lunes, 2 de febrero de 2015

Machos estupendos....










El placer de mamar....

No hay un lugar mejor que otro para hacerlo. Ni modo: tener un machete hirviendo en la boca y disfrutarlo a plenitud es lo mejor que puede sucederle a uno; admito que ser quien reciba la mamada es también delicioso (yo me declaro un fanático del sexo oral) pero, para mi, no lo es tanto como darla. Siempre lo digo, me gusta tanto hacerlo que a veces no hago mas que eso: darle todo el placer a mi macho, usando mi bien entrenada boca. 










Ricos, famosos, muy guapos y muy vestidos....









Ese rico nectar tuyo....

 
Una vez estuve tirando muy seguido con un hombre cuyo principal objetivo, al acostarse conmigo o creo que con cualquiera, era "acabar". Por suerte no le resultaba fácil, de modo que se esforzaba mucho para alcanzar un orgasmo que nos encantaba a ambos porque para lograrlo ya habíamos retozado bastante (de hecho mi propio orgasmo a veces se adelantaba o necesitaba ser postergado valiéndome de trucos enredados)  y lo recibíamos con mucho placer. Mucho. Pero siempre me pareció un poco exagerado esa locura de él por eyacular, esa especie de manía exprimidora de su semen que lo obligaba a perseguir ese momento como ningún otro hombre que he conocido. Es un recuerdo que se me viene a la mente al ver esta buena selección de imágenes embadurnadas de leche...